BEATO LADISLAO FINDYSZ
BEATO LADISLAO FINDYSZ
SACERDOTE Y MÁRTIR
LADISLAO FINDYSZ nace en Krościenko Niżne cerca de Krosno (Polonia) el 13 de diciembre de 1907 de Estanislao Findysz y Apolonia Rachwal, campesinos de antigua tradición católica. Al día siguiente, 14 de diciembre de 1907, nace a la vida de Gracia en la Iglesia parroquial de la Stma. Trinidad en Krosno.
En el año 1919 termina la Escuela Primaria, bajo la dirección de las Hermanas Felicianas (CSSF) en Krościenko Niżne e inicia los estudios de Secundaria en el Liceo Estatal. En el otoño de 1927 llega a Przemyśl, ingresa en el Seminario Mayor. Su formación sacerdotal tiene lugar bajo la guía del Rector, el Beato Juan Balicki. Como culminación de la misma recibe la ordenación sacerdotal el 19 el junio de 1932. Asume el encargo de vicario parroquial en las Parroquias de Borysław, Drohobycz, Strzyżow y Jasło. Seguidamente el 8 de julio de 1941, recibe el nombramiento de administrador de la Parroquia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en Nowy Żmigród, siendo nombrado, al año siguiente, párroco de la misma, el 13 de agosto de 1942.
Entre el asiduo trabajo pastoral y las experiencias dolorosas de la guerra, han pasado para D. Ladislao tres años de vida pastoral en Nowy Żmigród. El 3 de octubre de 1944, como todos los habitantes, es expulsado por los alemanes. A su regreso, el 23 de enero de 1945, se dedica a reorganizar la parroquia.
Después de la guerra, bajo el gobierno comunista, son tiempos difíciles para su labor. Continua con la tarea de renovación moral y religiosa de la parroquia, se esfuerza por proteger a los fieles, sobre todo a los jóvenes, del programado e intensivo proceso de adoctrinamiento ateísta impulsado por el comunismo. Ayuda a todos los habitantes de la parroquia, incluso de forma material, independientemente de su nacionalidad o confesión religiosa. Además salva a numerosas familias de Łemki (Grecocatólicos) severamente perseguidos por la autoridad comunista que los amenazaba con expulsarlos sin piedad de sus casas.
El trabajo pastoral del Rvdo. Findysz se va haciendo muy incómodo para las autoridades comunistas. Hasta el año 1946, es vigilado por los servicios secretos. En 1952 las autoridades académicas lo suspenden del ejercicio de la enseñanza de la catequesis en la escuela. Además no se le permite trabajar en todo el territorio de su parroquia porque las autoridades del distrito rechazan, por dos veces (en 1952 y en 1954), su petición del permiso de residencia en la zona fronteriza, donde se encontraba una parte de la parroquia.
Por parte de la autoridad eclesiástica es considerado un párroco de gran celo apostólico, recibe los honores del Expositorio Canonicali (1946), el Roquete y el Manteo (1957), año en el cual es nombrado Vice-Arcipreste del Arciprestazgo de Nowy Żmigród, siendo posteriormente, en 1962, Arcipreste del mismo.
En 1963 inicia la actividad pastoral de las “obras conciliares de bondad” (para el mantenimiento espiritual del Concilio Vaticano II), envía cartas a los feligreses en situación religiosa y moral irregular animándoles vivamente a poner sus vidas nuevamente en orden. Las autoridades comunistas reaccionan a esta acción con gran severidad y lo acusan de obligar a los fieles a prácticas y ritos religiosos. El 25 de noviembre de 1963, interrogado por el fiscal de Voivodato en Rzeszów, es arrestado y conducido a la cárcel en el Castillo de Rzeszów. Durante los días del 16 y 17 de diciembre de 1963 se desarrolla el proceso donde es condenado a dos años y seis meses de reclusión. El motivo de la investigación, acusación y condena se fundaba en el Decreto de tutela de la libertad de conciencia y de confesión del 5 de agosto de 1949 que, en manos de las autoridades comunistas, era un mero instrumento para la limitación y eliminación de la fe y de la Iglesia católica de la vida pública y privada de Polonia. Además es públicamente desacreditado, calumniado y condenado a través de publicaciones falsas en la prensa. En la cárcel del Castillo de Rzeszów es sometido a malos tratos y humillaciones físicas, psíquicas y espirituales. El 25 de enero de 1964 es trasladado a la Cárcel Central en la calle Montelupich de Cracovia.
Poco antes de ser arrestado (en septiembre de 1963), mediante una peligrosa operación, le habían extirpado el tiroides, quedando en un estado delicado de salud por el riesgo de complicaciones. Convaleciente, queda bajo observación médica a la espera de una segunda intervención, prevista para diciembre del mismo año, para extraerle un carcinoma en el esófago. La investigación, el proceso y las pruebas en la cárcel colaboran, sin duda, al desarrollo de la enfermedad, teniendo que ser ingresado en el hospital de la cárcel. Debido a la falta de cuidados y médicos especialistas y, sobre todo, al haberle impedido ser intervenido quirúrgicamente del carcinoma, su salud empeora notablemente, en pocas palabras, es condenado a una muerte lenta. La enfermedad, como certifican los exámenes médicos hechos en los hospitales de las cárceles de Rzeszów y de Cracovia, avanza continuamente.
Desde el inicio de su condena a prisión, el abogado y la Curia Episcopal de Przemyśl recurrieron a la fiscalía y al tribunal de Rzeszów solicitando la suspensión del arresto por el estado precario de salud que amenazaba de muerte al Siervo de Dios. Las peticiones tantas veces denegadas, serán, sin embargo, aceptadas tan solo a finales de febrero de 1964 por parte del Tribunal Supremo de Varsovia.
Debido a las graves condiciones de salud en que se encontraba, el 29 de febrero de 1964 regresa desde la cárcel a Nowy Żmigród. Con gran paciencia y sumisión a la voluntad de Dios, soportando los sufrimientos de la enfermedad y el agotamiento, permanece en la casa parroquial. En abril es ingresado en el hospital especializado de Wrocław. A pesar de los cuidados, los exámenes clínicos confirman el diagnóstico del carcinoma entre el esófago y el estómago. Las investigaciones, las observaciones del hospital y los exámenes complementarios confirman que éste se encuentra en un estado que impide la intervención quirúrgica. A causa de un enfisema pulmonar recae en una fuerte anemia que lo destinaba a la muerte, el Rvdo. Findysz regresa a su casa.
La mañana del 21 de agosto de 1964, después de haber recibido los Sacramentos, muere en la casa parroquial de Nowy Żmigród, siendo enterrado en el cementerio parroquial de la misma el 24 de agosto. La misa exequial fue presidida por Monseñor Estanislao Jakiel, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Przemyśl, con la participación de 130 sacerdotes y numerosos fieles.
El 27 de junio de 2000, el Obispo di Rzeszów, Mons. Kazimierz Górny, tras numerosas peticiones por parte de los fieles, abre el proceso diocesano para la Beatificación del Rvdo. Ladislao Findysz.
Durante la etapa romana de la causa de beatificación, la Congregación de la Causa de los Santos reconoce que el Rvdo. Ladislao Findysz fue arrestado y condenado por las autoridades del régimen comunista por anunciar el Evangelio. Su encarcelamiento así como los sufrimientos físicos y espirituales soportados causaron su muerte, lo que permite reconocerlo como mártir de la fe. Esta decisión fue presentada y aprobada por el Santo Padre, en presencia del cual, el 20 de diciembre de 2004, se promulga el decreto sobre el martirio del Rvdo. Ladislao Findysz. La Carta Apostólica con la que su Santidad Benedicto XVI lo ha inscrito en el registro de los Beatos ha sido solemnemente publicada el 19 de Junio de 2005 en Varsovia con ocasión de la clausura del Congreso Eucarístico Nacional.
Esta es la primera causa de beatificación, ya concluida, presentada por el martirio de un Siervo de Dios que fue víctima del régimen comunista en Polonia. Además, es la primera causa de beatificación instruida por la Diócesis de Rzeszów.
tłum:ks. Miguel Angel Montero Jordi, ks. Eloy Alberto Santiago Santiago